El Poder de la Mente

Desperté rodeada de arenas blancas, con el Sol tostándome el cuerpo. El murmullo de las aguas llegaba hasta mi transportada por el viento y yo solo pensaba que Humphrey Bogart también había estado allí.

Al incorporarme, se acercaron unos niños, tratando de venderme distintos abalorios a precio de oro, siempre hacían lo mismo con los turistas. Les dije que otra vez sería, que no llevaba nada encima, quizás la próxima vez. Hay que saber decir que no cuando toca.
Pasee por la larga y blanca playa. Cogí un poco de arena y ésta era tan fina que se escurrió entre mis dedos. Así es la mente, flexible y plástica, e infinita, unas veces en calma y meditativa, pero casi siempre azotada por el oleaje y el viento.

Bhagavad-Gita en el 500 a.c. Decía que la mente es inquieta y extremadamente difícil de entrenar, pero con la práctica constante y con esfuerzo y la liberación de las pasiones, se puede llegar a adiestrar y conseguir que ésta esté en armonía.

Pero la mente va mucho más allá de las percepciones cognitivas, es una gran batería que tiene la capacidad de acumular una cantidad ingente de energía. Unos nacen con el poder de la precognición o la telepatía, otros con la mediumnidad o la telequinesis u otro tipo de facultades más desarrolladas, como don natural, pero como si de nuestro cuerpo físico se tratase también podemos entrenar nuestra mente.

El maduro pescador que veo a lo lejos sobre su barca de vela, mecido por las aguas, seguro que no pesca ahora lo mismo que cuando empezó. Puede tener o no dotes innatas, pero es la práctica lo que lleva a la iluminación, como bien saben los budistas. Los estudiosos afirman que hacen falta 10.000 horas de trabajo para llegar a conseguir lo que consideramos maestría. Así es como los alquimistas buscaban la piedra filosofal, convertir el plomo en oro, que no era más que la transformación interior, el control de nuestro yo interno, de la mente, de Buda.

“La mente es el mecanismo más poderoso de la Tierra”, solía repetir el Profesor Fassman (uno de los grandes mentalistas del siglo XX) y no erraba. La mente máquina todo el tiempo, tiende a vivir en el pasado y se deprime, o vive en el futuro y se angustia por lo que sucederá, imaginándose siempre el peor de los panoramas posibles, proyectándose en negativo. “Hoy eres tal como te concebiste ayer y mañana serás tal y como te concibes hoy”, decía el Profesor Fassman.

¿A qué me refiero cuando hablo de la proyección de la mente?

A qué quieres de la vida: ¿quieres ser feliz? ¿Qué es lo que realmente deseas de la vida? ¿Quieres qué la situación actual de tu trabajo mejore, o conseguir uno de acuerdo a tus ambiciones? ¿Encontrar a un hombre o una mujer afín? El amor casi siempre es la pregunta del millón.

La mente proyecta nuestros deseos, nuestro futuro y tienes que estar atento a tus pensamientos. En el amor, por ejemplo, si tú no te quieres, cómo puedes esperar que alguien te quiera. Has de respetarte para que te respeten.

Los errores pertenecen al pasado y es ahora en el presente cuando se han de adoptar determinaciones. La mente es creadora de nuestro futuro y debemos de proyectarnos en positivo. Se dice que con cada pensamiento se nace. Que ese pensamiento sea bueno o malo depende enteramente de nosotros y si necesitas ayuda, pídela.

La astrología no determinista asevera que las estrellas inclinan pero no determinan. Por nuestra parte siempre existe el libre albedrío de tomar un camino u otro. Karmáticamente hay aprendizajes que tendremos que pasar, si o si, o solo quizás. Sino los asimilamos los de arriba nos volverán a enviar hacia aquí abajo, a esta dimensión, al plano material. Cada uno de nosotros viene con un propósito. Lo que no aprendamos, la vida nos lo volverá a poner en nuestro camino. Esta rueda se repetirá hasta que aquello de debemos entender lo hagamos. “Siempre tengo relaciones con hombres violentos, o acosadores. Siempre acabo con el mismo tipo de mujer manipuladora. Etc. “

Nos ocurre porque no tomamos conciencia. Diferentes personas, diferentes situaciones, diferentes emociones, pero el sentimiento que queda dentro siempre es el mismo. ¿De quién es el problema? Tuyo. No aprendes la lección. Inconscientemente buscamos lo conocido y a veces lo que conocemos no es bueno.

Todos podemos cambiar en la medida de lo nuestras posibilidades. Si yo puedo, tú ¿por qué no? Fassman repetía con razón que cada uno de nosotros tiene las mismas potencialidades en su mente que tuvieron genios como Einstein o Edison y otros grandes genios, lo que les diferenciaba del resto era que ellos sí que habían hecho un uso correcto de sus herramientas mentales.

Hemos de proyectarnos de la manera adecuada y siempre de forma positiva, como las velas de un barco que aprovechan el de manera óptima el viento para surcar el mar, así hemos de navegar por la vida, haciendo uso de los correctos instrumentos mentales.

Cuando venís a mi consulta, yo no puedo inventarme nada. Hay cosas que están marcadas en la vida de toda persona, karmas, deudas, de ésta y otras vidas que se han de pagar, es la misión de cada uno de nosotras o de nosotros. Es lo que hemos venido a aprender, pero la mayor parte del futuro de cada uno son sus proyecciones mentales. Percibo vuestro karma y entre otras cosas veo cómo os estáis proyectando. Os guste o no, los pensamientos crean formas, son como un boomerang, siempre retorna a ti, mándalo en negativo y retornará en negativo, hazlo en positivo y de la misma manera regresará. Esas formas crean una especie de línea de tiempo anexa y moldeable (del que ya los físicos cuánticos hablan en su teoría de las cuerdas), en el futuro, del que tú eres responsable en la mayor parte y que puedo ver, pero que, como futuro, no deja de ser una advertencia. Piensa que te ocurrirá algo, positivo o negativo y al final sucederá.

Los y las que tenemos algunos años, recordamos que en la escuela cuando nos pillaban hablando en clase, o despistados o haciendo cualquier otra cosa, nos hacían salir a la pizarra, o escribir en la libreta una y otra vez: No hablaré en clase, no hablaré en clase… O cuando nos enseñaban con una cancioncilla la tabla de multiplicar, un día tras otro hasta el agotamiento. Puede parecer una tontería, pero lo que hacías es darle una orden a tu cerebro, mediante la repetición. Y todas las religiones del mundo saben eso. Un niño cuando le gusta una película es capaz de verla más de 50 veces, también las sufridas madres o abuelas, o abuelos…

Si uno se habitúa a levantarse y a hacer afirmaciones positivas y no negativas: “- ¡que cansado estoy, que mal día voy a pasar!” – así te irá el día. Si al contrario té dices “ – “yo merezco lo mejor, hoy será un buen día” o “- hoy no me encuentro muy bien, está lloviendo, sólo tengo 3 euros en el bolsillo, pero hoy será un gran día” , tú le das la orden a tu mente para que te active y que proyecte un día positivo.

Como el Profesor Fassman decía en sus cursos de dinámica mental cambia tu forma de pensar, escribe un nuevo hábito positivo y trata de repetirlo. Rechaza todo pensamiento negativo que lleve a ti. Recuerda que tú fábricas los hábitos después ellos te dirigen a ti.

A veces me encuentro en mi consulta o en mis cursos o conferencias a personas que me ven por televisión o hace muchos años que me escuchan por la radio y creen que no tengo problemas, pero yo tengo los mismos problemas que todo el mundo. Se puede ser muy espiritual, pero vivo en la Tierra y en un mundo donde hay que pagar impuestos, luz, agua, etc. Donde hay mucha gente buena pero también la hay mala. Y también me pongo enferma. Y te digo que sí puedo a pesar de las dificultades proyectar mi mente de manera positiva hacia lo que quiero en mi futuro ¿por qué tú no?

A muchos de los que vienen a verme, les mando deberes coge una libreta y escribe 20 veces al día afirmaciones positivas:
– Yo X merezco lo mejor, yo X merezco que el amor llegue a mi vida, yo X merezco tener un buen trabajo y ganar un buen salario.

Les pido también que lo digan en voz alta, porque la palabra, el verbo, tiene poder. La repetición obliga a nuestra mente a reprogramarse. El eco de la voz como la mayoría de religiones y filosofías han sabido desde siempre es una vibración que rebota pero que jamás desaparece. Los mantras son capaces de liberarnos de karma, de crear un nuevo futuro pero es muy importante que vayan acompañados de una actitud positiva ante la vida. Si se quiere ser dueño de tu destino, uno debe proyectarse de la mejor manera posible.

Deberíamos recordar el aforismo griego que se encuentra en la isla de Delfos “Conócete a ti mismo”, que por encontrarse en el Templo de Apolo, se trataba de una recomendación de los dioses.

En la actualidad la psicología no ha comprendido el auténtico significado de este aforismo. En la psicología conocerse a uno mismo es excavar en el pasado en busca de traumas. En Grecia, “conócete a ti mismo” era un proyecto de futuro. Porque quien llega a conocerse a sí mismo es capaz de gobernarse. Fabricando un continuo presente para una meta positiva del mañana. Y el mañana no es más que un conjunto de karmas, lecciones y proyecciones mentales, buenas o malas, que podemos empezar a cambiar desde hoy.

Necesitas ayuda. La mayoría la necesitamos. Hace más de 30 años que guío a las personas que necesitan romper con esos hábitos negativos o con karmas que no les dejan avanzar. Pero como ya he dicho, el futuro no es una condena, sino una advertencia.

En un tratado budista tibetano del siglo XI, se decía que todo es como un sueño, como un espectáculo de magia. Así es la vida. Trabajemos para gobernar nuestros sueños y practiquemos trucos de magia para que día a día hagan de nuestra existencia la que queramos que sea.

Algunas/os de mis lectores pensará: – Yo llevo toda la vida haciendo el bien y solo recibo mal. Quizás te equivocaste a qué personas ayudabas, puede que no fueran las correctas, tenían un karma y/o una proyección de futuro que chocaba con el tuyo.

Busca en tu interior y arma tu mente. Disciplínate. La mente crea nuestra existencia. Chandrakirti, el filósofo hindú, decía que un estado mental indisciplinado da origen a los engaños que impulsan a la mente a la acción negativa y que crea el entorno nocivo en el cual vive el sujeto

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La disciplina es fundamental para la creación de pensamientos y hábitos positivos.

Piensa en tu herencia genética y sabrás mucho de las dificultades a las que tendrás que enfrentarte. Alimenta tu cuerpo de la manera adecuada. Escucha tu mente. Perdona tus errores pasados. La imaginación es una de las fuentes más poderosas de energía, es con ella con la que visualizamos, creamos y proyectamos nuestro futuro.

En el Dhamapada, una escritura sagrada budista se cuenta que “todo cuanto somos proviene de nuestros pensamientos de ayer y nuestros pensamientos presentes construyen nuestra vida de mañana. Nuestra vida es la creación de nuestra mente. Si se habla o actúa con una mente impura el sufrimiento y la desdicha perseguirá al hombre al igual que la rueda del carro sigue a la bestia de carga. Si un hombre habla o actúa con una mente pura la dicha le persigue como si fuera su propia sombra”.

(Dama) sería la vida eterna o virtud y (Pada) literalmente significa pie. Por tanto el camino de la virtud y de la vida eterna.

Buda es mente. Conocer la naturaleza de la mente es conocer la naturaleza de todas las cosas.

Virgilio ya decía que la práctica y el pensamiento pueden ir forjando poco a poco muchas artes. La disciplina es necesaria.
“La mente necesita estar ocupada, la mente necesita que os olvidéis de vosotros mismos y os ocupéis de otra cosa” sentenciaba Osho.

En la playa en la que me encuentro, el agua del mar está en calma chicha, el ligero oleaje apenas es capaz de arañar la fina arena. Los vientos del Caribe pronto traerán tormentas y huracanes. Al igual que en la vida, en la naturaleza, se nace con dolor y se muere con sufrimiento. Está en nuestras manos prepararnos para vivir de la mejor manera las inclemencias de la existencia, con una mente serena, disciplinada, proyectada hacia el futuro y con una mentalidad positiva. La vida es hermosa si así deseamos que sea.