¿Elegimos a nuestros Padres?

Como muchos fines de semana, estaba paseando con mi perro en un bosque lejano, muy lejano, como la galaxia. Éste corría delante de mí volviendo la cabeza de vez en cuando para cerciorarse que le seguía. La semana había sido dura y una agradecía la recompensa que le ofrecía el sol de la mañana en compañía de un amigo fiel.

Subíamos por un camino rodeado de Robles, donde la copa de los árboles parecía querer tocar el cielo, cuando de repente se oyó una voz. Presté atención. Mi perro alzó sus orejas.

-Luz, Luz.- susurraba alguien.

-Miré a mí alrededor.

-¿Quién me habla?-Pregunté.

-Aquí, aquí.

Una tenue cortina de luz apareció entre los árboles, brillante. Un niño de unos 5 años estaba en su interior. Transparente y ondulando al mismo ritmo que lo hacía el velo.

Mi perro ladraba y retrocedía. Me acerqué al niño, cubierto con aquella luz resplandeciente.

-Te has perdido ¿Verdad? ¿Cómo te llamas?

-Creo que mi nombre es Unborn.- ¿Puedes verme? – Susurró el niño.

-Puedo verte.

-Luz, ¿Por qué mis padres no me quieren?

Mi perro ya se había acercado e intentaba olisquear al aparecido. Como buen sabueso veía, oía y sentía cosas que la mayoría de los hombres no pueden ni imaginar. En ese momento noté lo próxima que me sentía a ese animal.

-Claro que tus padres te quieren. Ven conmigo y te lo explicaré.

Alargué el brazo, que atravesó el brillante haz etéreo y el niño, Unborn, cogió mi mano. Pronto los tres penetramos en el frondoso bosque de los misterios del alma.

<< Todo tiene su razón de ser. En el otro lado, donde lo material deja de existir, es donde el alma valora pero no se enjuicia y toma consciencia de quien es, de todo lo vivido. Un lugar donde el bien y el mal no existen, solo aprendizaje y el lugar de la enseñanza es el mundo terrenal, la madre Tierra, la materia. Aquí es donde las almas evolucionan para alcanzar la iluminación.

¿Escogemos a nuestros padres? Por supuesto que sí. Elegimos a Papa y a Mama, a nuestros hermanos, el lugar donde nacemos y quienes serán nuestros amigos. Tenemos nuestra familia kármica y ésta se repite a lo largo de nuestras reencarnaciones.

Nuestra alma viene desde un plano sutil a este mundo con un propósito, un destino, unas pruebas que pasar y a veces esta especie de juego no es agradable ya que si algo se parece al purgatorio es esto. Para sobreponernos hemos de fusionarnos con el presente, con el aquí y el ahora, y no mirar ni hacia delante ni hacia atrás. Debemos ser activos pero sin olvidar que a veces la mejor acción es la no acción. Debemos ser como aquel pescador que en su barca sujeta la caña y deja que el agua lo Meza. No piensa si picarán o no. No se da cuenta del transcurso del tiempo, ni tan solo es consciente de donde se encuentra. Ese estado Zen, ese punto de conexión con el todo es lo que más nos acerca con la comunión del universo. Entonces llegan los peces. Y sí, en la mayoría de casos, las circunstancias, los padres que hemos elegido y que en gran parte nos hacen ser como somos, hacen que ese barco zozobre en una tempestad.

Muchos me preguntan: -¿Pero qué estás diciendo? -¿Cómo he podido yo elegir a unos padres como los míos? -Mi Padre me odiaba, mi Madre me hizo la vida imposible. Me llenaron de traumas.

Nuestras almas cambian de cuerpo a lo largo de muchas vidas. En el viaje karmático que iniciamos una y otra vez en este mundo físico las almas que han tenido conexión en otras vidas en el pasado, vuelven a reencontrarse para sanar viejas heridas. Lo que sembramos hoy no sólo repercute en nuestro futuro sino en vidas venideras. Un tránsito que seguimos hasta alcanzar la iluminación.

Piénsalo, a tus padres los eliges por lo que necesitas aprender de ellos. A veces los escogemos para ser como ellos, o para todo lo contrario. En algunos casos por la herencia genética. ¿Cuántos casos se han dado de niños con las mismas marcas físicas de sus abuelos fallecidos, o con recuerdos innatos? Puede que nuestra elección se deba a tener que aprender a no ser tan duro como tu padre, o tan débil. Posiblemente en vidas anteriores tú cometieras errores parecidos con ellos y ahora los estás pagando. Piensa que igual que tú los seleccionaste como padre ellos te eligieron como hija o como hijo, porque los padres también tienen un karma contigo. Puede que los roles esta vez se hayan invertido y tus progenitores anteriormente hubieran sido tus hijos.

En el renacimiento actúa lo que se denomina la ley de atracción, se atrae un alma según las tendencias de una vida pasada. Habilidades, cualidades, inteligencia y otras capacidades de nuestro cuerpo actual, mente y alma, son el resultado de las acciones de nuestras vidas anteriores. Que cierto es el dicho popular, que afirma que los pecados de los padres los heredan hijos. La familia kármica es como una gran serpiente Uroboros mordiéndose la cola. Somos los responsables de nuestra herencia. Somos los responsables de romper esa tendencia. Culpar a algún Dios por el camino de enseñanza que nosotros mismos hemos elegido podría ser considerado un sacrilegio.

Como he dicho, lo que plantamos en esta vida son las raíces para la siguiente. Si Urano es el Dios del cielo y Gea es la Madre Tierra, su hijo Saturno, temible, es Crono, el Dios del Tiempo, del tiempo humano, de los calendarios, de las estaciones, de las cosechas. Es el tiempo el océano por el que navegamos en medio de tempestades, en el mundo material, en Gea, para conseguir la iluminación y romper la cadena del Samsara.

Seleccionamos a nuestros padres que son nuestro primer punto de contacto en este plano o dimensión. Lo que les hiciste en una vida anterior te remite a volverlos a encontrar en ésta, para no cometer las mismas equivocaciones y no repetir. Sí, como los niños en el colegio cuando no han aprobado sus lecciones.

Verás, durante los 30 años que llevo dedicándome a ayudar a la gente, miles de personas han pasado por mi consulta, todos con distintos karmas y la mayoría tenían fuertes karmas con sus padres, de hecho todos tenemos karma con ellos. Por Mediumnidad puedo verlo, pero también puede hacerse mediante una regresión, astrología kármica u otros métodos. Lo importante es el resultado. Saben de dónde vienen, cuál fue su vida pasada, la que les afecta en ésta y que han venido a aprehender y por qué sus padres son quienes son.

Conocer cuál es el karma que han venido a sanar les permite tomar consciencia del papel que han venido a jugar en este mundo y poder perdonar a los padres si no lo han conseguido, deshaciéndose de todo resentimiento que puedan albergar hacia ellos. Esta liberación, necesaria, es uno más de los caminos hacia nuestra completa evolución espiritual.

La reen-carna-ción, reencarnación en carne, o reen-karma-ción hacen referencia a lo hacemos en este mundo material. Los antiguos lo sabían bien y los antepasados, los ancestros eran venerados. Los muertos se enterraban en las mismas casas o chozas, bajo el suelo. Donde todos se reunían y dormían. Se respetaba a los ancianos porque se sabía de la unión kármica que existía entre todos.

En este plano cada vez más deshumanizado, las personas buscan con ahínco lo que parece que se les quiere negar, su parte más espiritual. Sin embargo la Era de Acuario no solo serán tecnología y desastres, también anima. Si las Moiras, no son más que las decenas, centenares o miles de posibilidades que tenemos para reencarnar con unos padres, en unos países, situaciones u otras. El Ángel de la Guarda, Daemon, Ser de Luz, Guía, Ancestros, según sea la corriente o religión, será nuestro acompañante de destino, aquel que en la medida de lo posible, procurará que lo que hemos venido a aprehender, lo hagamos. Por eso, de alguna manera, destino y evolución son una misma cosa. >>

Salí de mi conversación, solo para darme cuenta de que aquello era demasiado para un niño de cinco años. Unborn jugaba con mi perro a lo largo del camino, desde quién sabe cuándo, pero a la suficiente distancia como para no haberme escuchado, cosa que agradecí.

Había estado hablando sola. No está mal. Los hijos no nacen por distintas razones, puede que un aborto o un accidente, o algo peor. Pero sea como sea el alma lo elige así. Pero el karma responde tanto a la acción del cuerpo físico como a la acción de la mente. La mente es muy poderosa, tanto en lo negativo como en lo positivo y actúa tanto en ella misma, en lo físico como en el espíritu. Pero aunque veía el motivo verdadero de lo que le había ocurrido a aquel niño, perdido en su limbo, tampoco se lo iba a decir. Lo importante era ayudarle a encontrar el camino verdadero hacia el otro lado.

Mi perro me miró, levantó el hocico, vino corriendo hacia mí y se me echó encima. Lo acaricié para que estuviera tranquilo.

-Unborn, ¿puedes venir?

El Niño transparente se aproximó.

-¿Quieres ver un truco de magia?- Le pregunté.

-¿Cómo un regalo?

-Sí, como un regalo.

El Niño me cogió la mano y depositó en ella un puñadito de piedrecitas de colores fluorescentes.

-¿Qué son?-Le pregunté.

-Son cristales de vida, puedo regalarla. ¿Y mi truco de magia?

Miré al niño con lágrimas en los ojos.

-Mira hacia arriba. ¿Qué ves?-Le indiqué con el dedo hacia el cielo.

-Una puerta.

-¿Puedes abrirla?

-Me da miedo.

-Pero yo estoy a tu lado. Ábrela. Allí están tus padres.

El Niño se cubrió los ojos.

-Bien.-Le dije.-Esa luz que ves, no la temas, ve hacia ella.

-¿Adónde iré?

-A un mundo lleno de sorpresas.