Aprovecha el poder de tu mente para alcanzar tus propósitos

La mente es poderosa, la herramienta más extraordinaria y compleja de la que disponemos como seres humanos.

A través de su funcionamiento podemos configurar la vida que deseamos, no sin confianza y sin superar las piedras que ella misma y el universo nos ponen en el camino. Y es que, su dominio es tal que puede traicionarnos.

De hecho, las personas tendemos a prodigarnos en el pasado, en aquello que sucedió, en lugar de enfrentarnos a lo más importante, el presente, y trabajar para proyectarnos de la manera en que deseamos en el futuro.

Mirar hacia atrás y estancarse en ese momento no sólo impedirá que prosperes en cualquier ámbito de tu vida, sino que supondrá un peso que te precipitará hacia el abismo emocional, sintiéndote derrotado y fuera de control.

Así que, para purificar tu mente, te aconsejo que no te obsesiones con aquello que ocurrió y pienses en lo que te mereces. Formúlate esta pregunta:

“¿Cómo quiero que sea mi futuro?”

No existe nada que no puedas afrontar, así que, si trabajas para ello, lo lograrás. Repítete a ti mismo: “Yo puedo conseguirlo”, “sé hacerlo”. Si eres capaz de manejar tus pensamientos, podrás controlar tu destino. Recuerda, resulta esencial que no te obceques con una preocupación ni que despliegues toda tu energía hacia un único propósito. Quizás en este preciso momento la puerta no se abre, pero acabará haciéndolo tarde o temprano.

Lo importante es despertar de nuestro letargo y trabajar para que esos cambios necesarios lleguen.

Y la autoridad lógica y analítica de la mente nos ayudará a cumplir nuestro objetivo, puesto que en ella residen las virtudes de gestionar, coordinar y dirigir nuestro ser. El poder de la mente es tal que los seres humanos no hacemos uso ni del 5 % de la capacidad psíquica de la mente, el ordenador con más volumen de almacenaje que puedas imaginar. De hecho, en ella no sólo se compilan las imágenes, conocimientos o viviendas de tu vida presente, sino de las anteriores, por eso a veces presenciamos situaciones ilógicas, aparentemente, que tienen su explicación en esos recuerdos del inconsciente de una vida pasada.